Membresía
CONTEXTO
La tradicional actividad de las OSC en Jalisco y México, de acuerdo a la naturaleza de las leyes acerca de la creación, desarrollo y fomento de las mismas, se refiere esencialmente a la movilización de recursos y en menor intensidad, al fortalecimiento institucional.
La mayoría de instituciones sin fines de lucro en nuestro país, nacen bajo la perspectiva de resolver o disminuir alguna problemática de orden asistencial y muchas veces, movidos por alguna experiencia personal o familiar.
La visión de una gran cantidad de OSC en el país, es iniciar actividades, teniendo un leve sentido acerca de las actividades a realizar y de lo que quieren lograr; sin tomar en cuenta un verdadero proceso de planeación. Por lo que al cabo de un año o dos, la gran mayoría desaparecen. Las que prevalecen en el tiempo, llevan su día a día “apagando fuegos” y atendiendo lo urgente dejando de lado casi siempre, lo importante. Un buen porcentaje de ellas no ofrece las prestaciones de ley a sus trabajadores bajo el pretexto de la escasez de recursos, lo que contradice en su caso, los derechos humanos que muchas veces representan su razón de ser.
La mayoría de las organizaciones pocas veces prestan atención al marco legal y fiscal que regula su actividad, lo que las coloca a merced de las disposiciones, que siendo creadas desde un escritorio y con fines contrarios al desarrollo social, con otros intereses, emiten diputados y senadores y en el ámbito municipal, los regidores. Decimos que entonces “las organizaciones se ocupan en ver los árboles todo el tiempo y descuidan lo que sucede en el bosque”.
Pareciera que las organizaciones evitamos buscar con nuestra participación en Políticas Públicas, temáticas que impacten en nuestro desarrollo; lo dejamos de lado, porque además suena a “grilla” y se deja de tomar en cuenta el gran valor que representa para nuestro actuar, la incidencia en políticas que impacten al tercer sector, incluyendo la movilización de más recursos para la sustentabilidad de las organizaciones.
Por eso, ha nacido el CONSEJO DE INSTITUCIONES PARA EL DESARROLLO SOCIAL (CIDES), ya que quienes la conformamos estamos convencidos que debemos escalar otro peldaño más de nuestra posición actual, para situarnos como interlocutores de instancias oficiales y poder influir positivamente en las decisiones que impactan la política pública. CIDES busca aprovechar y dar utilidad a la experiencia y conocimientos adquiridos a lo largo de varias décadas, por un conjunto de instituciones.